LAS EXPECTATIVAS Y LA FELICIDAD

Aceptando lo que nos dan como el Mejor Regalo 

Que esperar cuando estás esperando fue uno de los libros que me instruyeron cuando iniciaba la aventura de ser madre. Me explicaba que sucedería cada mes en el embarazo y así podía saber si todo estaba dentro de lo que era normal, dentro de las expectativas para un desarrollo saludable. Esto fue una excelente herramienta para darme el conocimiento y la tranquilidad en esta etapa.  Para las relaciones de pareja y la vida en general hay muchas herramientas para ayudarnos, pero casi siempre nos creamos una serie de expectativas. 

En las relaciones de pareja, como en casi todo en la vida, hacemos una proyección en nuestra mente. Pasamos una película de cómo será cuando encuentre a esa persona especial que Dios a puesto para mi en este mundo, como me sentiré física y emocionalmente cuando estemos juntos y como será esa convivencia en el día a día. Si tienes una gran imaginación como yo, hasta imaginarás los colores de las paredes y las sonrisas de tus hijos, pero casi nunca resulta así en la realidad.

A pesar de que construimos casi todo sobre la base de sueños y metas cuando empezamos a concebir la idea de casarnos, sería más fácil si compartiéramos lo que esperamos de la relación, del otro y de nosotros mismos, asi sabremos si estamos sintonizados en el mismo canal y que no sea como ese refrán campesino que dice: una cosa piensa el burro y otra el que lo apareja. 

En el trascurso de los años he llegado a comprender, que cada día basamos nuestros niveles de felicidad en una construcción imaginaria de lo que se supone que debemos sentir cuando pase tal o cual cosa. Nos quedamos mentalmente en el famoso: cuando (pase tal cosa) seré feliz!

En la pareja hay tantas cosas en las que ponerse de acuerdo y ni pensar en que cambiamos constantemente y vivimos diferentes etapas cada década. He querido citar solo algunos aspectos o espectativas , que a mi me han parecido los primordiales en los que debemos ponernos deacuerdo para facilitar el proceso. Aqui algunas de ellas:

•           Expectativa de fe y vida religiosa. El libro del profeta Amós 3:3 nos dice ?Como andarán dos si no se ponen de acuerdo? Lo primero en lo que debemos ponernos de acuerdo es en nuestras creencias y costumbres religiosas, para poder sentar los precedente de cómo seremos en nuestra familia. En quien creemos, a que iglesia perteneceremos y en ministerio nos gustaría participar dentro de ella. Esto a su vez facilitará la crianza de los hijos cuando lleguen. Como nuevo nucleo familiar estamos en todo nuestro derecho y deber de tomar nuestras propias decisiones.
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•       Expectativa de vida individual. Quienes éramos cada uno antes de ser nosotros y que va a tener que cambiar ahora (porque hay que ubicarse en que hay cosas que van a cambiar). Cuales son mis rutinas, hobbies, gastos personales, etc., cuales de estos compartimos como pareja y cuales van a acorde a este nuevo estilo de vida, para así poder ver lo que estoy dispuesto a aceptar y lo que no para no crear falsas expectativas y que terminemos diciendo que nos dieron gato por liebre.
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•       Expectativa de vida en pareja. Que esquema mental tenemos cada uno de lo que será nuestra vida juntos en el día a día. Si vamos a desayunar juntos, a comer o a cenar juntos, que podemos hacer los fines de semana, como visitaremos a nuestros familiares y amigos, etc., ya que todos venimos con lo que muchos denominan una mochila, que nos dice según lo que aprendimos en casa, cual es el rol de un esposo y de una esposa, -el cual por supuesto según nosotros- es el que debe ser porque así me educaron a mi y eso siempre ha sido así. Dos aspectos delicados y fundamentales de las expectativas de pareja son el manejo del dinero y la sexualidad.  Si no tenemos las expectativas claras de cuales son las posibilidades en estos dos aspectos, luego se convertirán en ese talón de Aquiles que nos puede conducir a un precipicio. Es bueno recordar que en estos dos aspectos la sociedad nos vende una idea de que hay que ser millonario y hacer el amor tres veces al día para ser exitosos y por eso hay tantas parejas y familias infelices con lo que tienen.
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•       Expectativas como padres. Muchos nos casamos con la ilusión de tener una determinada cantidad de hijos, hasta los nombres tenemos para ellos, cuantos años se llevarán, que tipo de educación (que si en el colegio que yo estudié),  valores, etc, etc. Pero es casi seguro que la idea de nuestra pareja en este sentido sea totalmente diferente por lo que ha vivido en su hogar  y ahí se genere otro conflicto.

Lamentablemente estos temas no se toman tan seriamente –antes de casarnos- como para sentarnos a conversar sobre ellos y llegar a acuerdos. Muchas veces nos damos cuenta de lo que el otro piensa porque surgen comentarios en reuniones familiares y por tanto tocamos el tema en alguna ocasión someramente o peor aun cuando ya estamos como decimos los dominicanos "con el agua al cuello".

Para que vean lo que pueden hacer las expectativas y las suposiciones les comparto la siguiente historia (cualquier parecido con la realidad pura coincidencia, jajaja)

Isabel es una esposa dedicada y muy detallista que siempre procura agradar a todos en fechas especiales. Ella disfruta de los detalles ya que este es su lenguaje de amor (libro: los 5 lenguajes del amor). Días antes de su cumpleaños, ella escucha a su esposo Guillermo comentar por teléfono- todo estaba preparado y va a ser una gran sorpresa. Se trata de una fiesta sorpresa para mi! Que emoción!–pensó Isabel.

Fue a la tienda y compro un vestido nuevo, escogió los accesorios y complementos que usaría e hizo una cita en la peluquería. Poco a poco fue imaginando cada detalle; quienes estarían, como sería la comida, el bizcocho, la decoración y estaba henchida de emoción.

Llegado el día de la "fiesta imaginaria", su cumpleaños, Guillermo despierta a Isabel con música y un hermoso desayuno en el jardín. Como regalo, le entrega una magnifica y exótica especie de orquídea que había sido el objeto de una búsqueda exhaustiva, por parte de Isabel meses atrás. Ella, perpleja no podía creer que tenía el mejor esposo del mundo, ya que además de haberle preparado una espectacular fiesta sorpresa, también se había tomado todas estas molestias para que ella empezara el día de su cumpleaños feliz. Que maravilla!

Durante el día hubo un desfile de llamadas, mensajes y detalles para hacer que Isabel que en cualquier otro cumpleaños hubieran bastado para que ella se sintiera querida y especial. Pero ella sólo pensaba en su fiesta y en si esa persona que la llamaba estaría ahí para celebrar.

Finalmente llegó la noche! Ella impecablemente arreglada estaba sentada en la entrada esperando que llegara Guillermo y pensando que le diría y donde la llevaría engañada para sorprenderla. El llega retrasado ya que se detuvo en el camino a buscar la película preferida de Isabel, para concluir el día con una noche especial, solo los dos, como ella le había pedido hacía unos meses. 

Trágicamente lo que pudo haber sido un esplendoroso día lleno de detalles de amor, se convirtió en una gran desilusión porque simplemente las expectativas minimizaron todo lo demás, mientras ella soñaba con su fiesta sorpresa, no valoraba cada uno de los detalles.

Es mi deseo que con esta historia podamos comprender que en la medida en que nos comunicamos efectivamente y aceptamos lo que el otro tiene para darnos sin esperar nada más, disfrutaremos plenamente cada instante como un regalo en nuestras relaciones con los demás y en especial con nuestra pareja. También como siempre digo: si existieran las bolas mágicas para ver lo que el otro piensa, fuera el objeto más vendido, así que pregunte que usted no es adivino y diga lo que piensa que el otro tampoco lo es!

Por eso, esperemos confiados sólo en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo que es en el único que todas nuestras expectativas serán llenadas en demasía.