LA RAIZ DEL PROBLEMA

Buscando Soluciones Definitivas.

Cuantas veces nos ha pasado que creemos que ya hemos superado una situación y nuevamente nos vemos lidiando con la misma como si fuera la primera vez. 

Claro está con el ingrediente adicional de la impotencia,  la frustración  y una vocecita interior(conciencia) o exterior(amigos y familiares) diciéndonos que siempre es lo mismo.

Pues en una ocasión tenían un ligero dolor de muelas, pensé que tenia la encía un poco inflamada y que era cuestión de hacer unos enjuagues. Al segundo día con la molestia, comencé a cepillarme con una pasta dental especial para sensibilidad en los dientes que había utilizado anteriormente. Aun teniendo ese presentimiento de que era algo más, no presté mucha atención y me limité a èstas soluciones.

Al tercer día empecé a tomar unos calmantes para el dolor. Esa misma tarde me llamaron del ortodontista para confirmar mi cita, tenían que ajustarme los aparatos retenedores y pensé -debe ser eso, que se están moviendo mis muelas.

Para que me entiendan mejor mi umbral del dolor es muy alto (tenia 8.5 centímetros de dilatación con mis partos y estaba pinza en mano sacándome las cejas, literal) y cuando siento algún dolor fuerte regularmente es algo complicado. 

Por esto cuando me hacen los chequeos dentales incluyen radiografías porque casi nunca tengo la sensibilidad normal de las caries. 

Realmente el dolor ya era inmovilizante y luego de varios calmantes fui como un bólido a la dentista y me hicieron la radiografías. No podíamos creer que tenía una caries tan grande cerca del nervio y que por fuera todo parecía normal. 

Les diré que como en ocasiones anteriores todo termino en tratamiento de canal, una curación paulatina y dolorosa (aparte de costosa claro).

Esta vez la reflexión está acompañada de dolor. El dolor es un aliado pero nos han educado para anestesiarlo. Es una forma de comunicación que tiene nuestro cuerpo, una alarma, un letrero de PARE que no debemos ignorar, pero muchas veces dudamos de ese mensaje ¿Por que es que tenemos tan poca fe en nuestros instintos?

El bloqueo del dolor esta relacionado al miedo y que el miedo es la raíz de todos los males. Entonces tomamos decisiones basadas en combatir miedos internos a cosas que pasarán y entramos en una negación o justificación para convencernos de que “AQUI NO PASA NADA”. Son falsos mecanismos de defensa que se convierten en elefantes blancos.

Definitivamente hasta no encontrar la raíz del problema y la solución adecuada no podremos avanzar. Mientras más tardemos más el dolor nos inmovilizará y el proceso será más complicado. 

Para prevenir caer en la misma situación les comparto estos tres puntos que estoy poniendo en practica:

1-Aprende del pasado: Haz una evaluacion del pasado y encuentra patrones que se repiten. Luego revisa las causas y las consecuencia de estos patrones (como el caso de la muela) y en que te han afectado.

2- Toma medidas preventivas : En este caso fue visitar cada tres meses en vez de seis que es lo normal para todo el mundo. Del mismo modo, evalúa y decide cual será tu Estrategia de Mantenimiento para evitar caer en el mismo patrón recuerda se aprende de la experiencia si se evalúa.

3- Mantente Conectada: Desarrollar una buena relación con tus instintos es algo que toma tiempo y que requiere un trabajo intencional, consiente y diario. Saber como te sientes en cada aspecto; físico, mental, emocional y espiritual es PRIMORDIAL. 

EJERCICIO DIARIO DE SEGUIMIENTO: Cada día saca un momento para hacerte algunas preguntas: ¿qué me quitó hoy la paz? ¿qué me produjo alegría? ¿Qué tanta energía he tenido hoy? ¿Por qué me siento agradecida? Estas son solo algunos ejemplos. Escoge tus propias preguntas y contéstalas por escrito (tipo diaro o en tu agenda) y así podras luego leerlas y evaluarte.

Tanto en nuestras relaciones personales como profesionales, debemos evitar que nos arrope la ignorancia y mantenernos conectadas a lo que sentimos es nuestra esencial fuente de información.

Gracias Señor por estar siempre pendiente y dispuesto a asistirnos con paciencia, dándonos nuevas fuerzas para cada batalla hasta que aprendamos la lección.